Artroscopia de Rodilla

La artroscopia es un procedimiento mínimamente invasivo que permite al cirujano ortopédico diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones mediante pequeñas incisiones. Esta técnica se utiliza comúnmente en lesiones de rodilla, hombro, cadera, tobillo y otras articulaciones. Durante la artroscopia, el cirujano introduce una pequeña cámara llamada artroscopio en la articulación, lo que permite una visualización precisa del área afectada y facilita la reparación de tejidos dañados, como cartílagos, ligamentos y meniscos.

Uno de los procedimientos más comunes realizados mediante artroscopia es la plastia del Ligamento Cruzado Anterior (LCA), especialmente indicada para personas activas o deportistas que sufren roturas de este ligamento debido a traumatismos o movimientos bruscos. Para la reconstrucción del LCA, el Dr. Gustavo Cayetano utiliza la técnica HTH (hueso-tendón-hueso), que consiste en extraer un injerto de tendón rotuliano junto con pequeños segmentos de hueso en cada extremo, para posteriormente fijarlo en el fémur y la tibia, asegurando una mayor estabilidad y resistencia de la articulación de la rodilla. Esta técnica es especialmente valorada por su durabilidad y su capacidad de restaurar la funcionalidad de la rodilla de manera más natural.


Ventajas de la Artroscopia

Al ser mínimamente invasiva, la artroscopia permite una recuperación más rápida, menor dolor postoperatorio y cicatrices pequeñas. Generalmente, este procedimiento es ambulatorio, lo que significa que el paciente puede regresar a casa el mismo día de la cirugía. La rehabilitación posterior es clave para fortalecer la articulación y recuperar la movilidad completa.


Recuperación y cuidados

Tras una artroscopia, el tiempo de recuperación varía según el tipo de lesión y el tratamiento realizado. En el caso de la reconstrucción del LCA con técnica HTH, se requiere de un plan de rehabilitación estructurado para fortalecer la rodilla y mejorar la estabilidad, con una recuperación completa.